Esto último,
le ha apetecido a la genética como un nicho donde explorar con precisión. Los
últimos avances en la ciencia han hecho evidente que la microevolución opera de
alguna forma en todos los seres. La transferencia genética mejorada de nuestra
especie al menos, se puede ver simplemente en cada nuevo niño que nace,
discutir sobre ello sería casi superfluo. El debate en cambio, se centra en la transformación
de un tipo a otro, en la modificación de la función dentro del hábitat.
La fijación
de las especies, es hoy, una teoría no aceptada, aparentemente superada, aun
cuando de ella queden más interrogantes que certezas. En la Fijación, los Biólogos
antes de Darwin y los de su época, como De Quatrefages, observaban una idea
diferenciada que distinguía a los Seres. Así, el Felino había venido con un
prototipo a desarrollar muy distinto del prototipo del reptil, como también los
moluscos tenían una característica que los distinguía de los radiados. Cada
especie poseía un arquetipo fijo, inalterable y conductor del desarrollo.
Por otra parte, desde el lugar de la embriologia existían opiniones diversas acerca del mecanismo evolutivo, ponderando por un lado la concepción
del desarrollo de Von Baer, y que tenía una peculiaridad que lo enfrentaba a las
teorías del paralelismo, las cuales más tarde servirían de propósito a los
Darwinistas1.
Von Baer hablaba al igual que Cuvier de planes estructurados de donde lo particular procediese de lo general. Esta declaración enunciada del fundador de la embriología, debería precavernos de concebir, como se hace hoy tan deliberadamente, de un desarrollo gradual de las especies desde otras inferiores. De hecho, si desde la embriología podemos verificar la existencia de un plan genérico que se particulariza según la especie, la concepción gradualista ya pierde el sentido absolutista de una sola dirección y sentido como se nos ha venido contando con Darwin y sus seguidores.
Von Baer hablaba al igual que Cuvier de planes estructurados de donde lo particular procediese de lo general. Esta declaración enunciada del fundador de la embriología, debería precavernos de concebir, como se hace hoy tan deliberadamente, de un desarrollo gradual de las especies desde otras inferiores. De hecho, si desde la embriología podemos verificar la existencia de un plan genérico que se particulariza según la especie, la concepción gradualista ya pierde el sentido absolutista de una sola dirección y sentido como se nos ha venido contando con Darwin y sus seguidores.
El problema
con la especiación que tanto subyuga al orgullo darwiniano, trata
de ser resuelto, a pesar de las evidencias que nos remiten a una mirada más
reflexiva, a explicaciones ambientalistas como de separaciones entre
continentes, emersión de montañas en medio de una especie y cosas por el estilo.
Atendamos a lo que dice Dawkins por ejemplo. Él aclara de antemano que la
especiación no podría lograrse si los animales siguiesen cruzándose entre sí,
es decir, si no se estableciese, lo que hoy en día se reconoce como una
distinción formal de “especie”: la incapacidad de cruzarse con otra especie. Para
esto Dawkins resuelve el inconveniente en forma mágica colocando montañas, ríos, carreteras en medio
de cada animal, para así separarlos. Veamos:
“Parece casi cierto que la respuesta correcta
a este problema es la única obvia. No existiría ningún problema de entrecruzamientos
si los antepasados de los leones y los tigres estuviesen en diferentes partes
del mundo, donde no pudiesen entrecruzarse. (…)He hablado de continentes
diferentes para dejarlo claro, pero el principio de la separación geográfica
como barrera para la reproducción puede aplicarse a animales situados en
diferentes lados de un desierto, de una cadena de montañas, un río, o incluso
una carretera”2
Es casi hasta
bochornoso que un científico se valga de estas tretas para no admitir que en la
teoría darwiniana el sistema falla por su base. Tal vez en su famosa frase «prefiero
ser un mono transformado que un hijo degenerado de Adán» el anatomista Paul
Broca, nos haya dado un enlace para entender porqué el ser humano esta tan
lejos de comprender la especiación de las especies.
La falta de humildad ha hecho que se conciban ideas tan estúpidas como la que acabo de citar de Dawkins. Y digo “estúpidas” porque todo fundamento que trate de ocultar la verdad con ideas que no duran lo que una estación en el año, es una falta de respeto a la inteligencia.
La falta de humildad ha hecho que se conciban ideas tan estúpidas como la que acabo de citar de Dawkins. Y digo “estúpidas” porque todo fundamento que trate de ocultar la verdad con ideas que no duran lo que una estación en el año, es una falta de respeto a la inteligencia.
Pero esto no
es todo. Lo que acabamos de ver de Dawkins llega hasta puntos extremos como los
de justificar los grandes baches paleontológicos con afirmaciones contundentes
como estas:
“Los
«intervalos», lejos de ser imperfecciones molestas o impedimentos
desagradables, resultan ser lo que deberíamos esperar desde un punto de vista
positivo, si nos tomamos en serio nuestra teoría neodarwinista ortodoxa sobre
la especiación. La razón por la que la «transición» desde la especie ancestral
a la especie descendiente aparece como abrupta y desigual es que, cuando
observamos una serie de fósiles de cualquier lugar, es posible que no estemos
observando ningún suceso evolutivo: estamos contemplando un suceso migracional,
la llegada de una nueva especie desde otra área geográfica.”3
Parece ser
que Dawkins, en representación de la comunidad científica que lo ampara a decir
tamañas gansadas, no se dio cuenta de que una de las mayores oposiciones de
Darwin era el catastrofismo. ¿Para qué habría de mudarse una especie a otro
lugar sino es por un cambio brusco en el ambiente? ¿Por qué surgiría una
montaña o el lecho de un rio, sino es en base a un cambio radical en el hábitat del espécimen que lo sufre?
Lo
lamentaremos por Dawkins y su ortodoxia, pero estas son explicaciones que les
servían a los Fijistas de antaño para oponerse a Darwin, por lo cual, servirse
de ellas ahora es contraproducente y
además, tragicómico.
Una postura
mas objetiva ha sido demostrada por otro darwinista: Stephen Jay Gould que en su teoría del
equilibrio discontinuo declara:“La
transformacion gradual puede ocurrir y ocurre. Yo lo que afirmo tan solo es que
su frecuencia relativa es baja y que el equilibrio <puntuado> es el modo
y el ritmo predominantes en el cambio evolutivo”.
Esta teoría
ha significado mucho para la autenticación de los errores darwinistas ya que
proviene de un darwinista que tal vez sin querer, le produjo al Darwinismo una
herida mortal. En efecto, el equilibrio discontinuo, lo es, porque según Gould de
la duración estática y sin modificaciones que una especie tiene, solo un 1%
invierte esta como estadio evolutivo al principio de su desarrollo. Es decir
que si para el origen de una especie se calcula 100.000 años, para el
periodo de vida en el cual la especie no muestra cambio alguno, se le debe
otorgar 10 millones de años.
Lo
interesante de esta teoría es que se diferencia con la de Simpson, en cuanto a
que no es una modificación gradual de un tipo a otro lo que aquí se quiere
manifestar sino un tipo de desarrollo discontinuo. Mientras que la mayoría de
los Biólogos ignoran o hacen la vista gorda con los periodos estáticos que en
millones de años la naturaleza muestra con las especies, Gould y Eldregde, la
consideran del todo atractiva para entender la especiación.
En realidad,
la teoría puntuacionista pone énfasis en lo que su nombre declara: baches
inexplicables, no solucionables con gradualismo de alguna especie, con
mutaciones o macromutaciones. Simplemente se declara el vacío existencial
como el hallazgo de algo que compromete la estructura del árbol filogenético
darwiniano de donde el hombre provenía de una molécula de ARN después de haber
pasado por diferentes tipos y especies inferiores.
A continuación el gráfico que teorizaron Gould y Eldregde:
Aquí el árbol queda con ramas interrumpidas. En los dibujos se colocan líneas horizontales que poco o nada nos dicen a la hora de entender que significan. Es decir, si del tronco general, se extrae una rama totalmente horizontal, para que en un punto de ella se genere otra totalmente vertical entonces de lo que se está hablando es de fijismo disfrazado.
Hasta tanto no se considere el origen de las especies por la fuerza de un plano que abarque otros planos y globos distintos a este, lamentablemente tendremos que ver la decadencia de una teoría que comenzó mirando hacia abajo y olvido lo esencial. Bien puede, y de hecho lo logra, la teoría puntuacionista develar el gran error darwiniano. Si para eso se toma, bienvenida sea, pero se tendrá que explicar que significan estas lineas horizontales que hacen las veces de puentes imaginarios.
Porque ya a esta altura no podría olvidar que a pedido de Gould la teoría prefirió llamarse puntuada cuando en realidad él mismo aclaraba que también significaba, "discontinuidad". Parece que entre la discontinuidad de Gould y la de Max Plank con los cuantos no sé con cual quedarme, ¿ Serán ambas, aspectos de una misma cosa?
1. Jose M. Lopez Piñero promotor, junto con Thomas F.
Glick, del Darwinismo en España, aclara en un fascículo de La Colección AKAL .Historia de la Ciencia y de la Técnica. Sección
41. La Anatomía comparada antes y después del Darwinismo que: “Ya
vimos la trayectoria que la teoría del paralelismo tuvo durante la primera mitad del siglo XIX.
En “The Origin of Species” el propio
Darwin le concedió importancia dentro del nuevo contexto, aunque de modo muy
resumido. En 1864 Fritz Muler (1821-1897), naturalista alemán residente en el
Brasil, la elaboró sobre la base de sus observaciones del desarrollo de los
crustáceos exponiéndola en un folleto titulado precisamente Fur Darwin. En el nuevo contexto el antiguo paralelismo de Meckel y
Serres se había transformado en recapitulación”
2. Richard Dawkins.
El Relojero Ciego. Cap. 9
3. Idem
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