Nuestro Mouse se mueve sobre un Pad erroneo
Los
puntos embriologicos que podríamos considerar a favor, dada la extrema similitud de
caracteres entre vertebrados, podrían derrumbarse cuando se realiza un examen serio de este tema.
La conformación
corporal del hombre no solo tiene gran similitud con el simio según la teoría oficial, veamos lo que el
propio Darwin nos dice sobre esto:
“El hombre está formado en base a un modelo
general, al igual que los demás mamíferos. Sus huesos son equiparables tanto a
los de un simio como a los de un murciélago o una foca. Este conocimiento es
aplicable a sus músculos, nervios, vasos sanguíneos y órganos internos.”1
Cabe recalcar
aquí que la argumentación de Darwin no concede con absolutidad la similitud corporal del hombre a la del
simio, también nos da dos opciones más, el murciélago y la foca. En mi opinión,
al menos la primera opción nos ayudaría a comprender un poco más del
archi-conocido héroe del comic. Hablando en serio, ¿Quién objetaría la
afirmación de un hombre que dijese que en vez de venir del mono provenimos de
la foca o el murciélago?
La similitud del hombre con el mono a nivel embriologico, no nos da mas derecho de reclamar su descendencia hacia éste, que la que podría darse con el murciélago. Y si la comparación es bochornosa, mucho mas lo sera cuando la investigación se inmiscuye en las funcionalidades de este ultimo comparadas con la del ser humano.
Con esto quiero decir que, aun cuando de similitudes se trate, ¿En base a que se realizan las comparaciones? ¿Es decir, con que regla se esta midiendo? Si yo comparo una fruta con otra, estoy midiendo con una regla frutal, una verdura con otra, con una regla vegetal, un animal con otro, con una regla animal. ¿ Pero cual es la regla que se usa para comparar al simio con el animal? Porque si es solo una regla basada en similitudes corporales, la prueba esta en que no sera solo el mono quien tenga el podio de parecidos.
Hasta que la regla que se use no sea moral, funcional y arquetipica, el diagrama de comparación devendrá en inútiles similitudes.
Y en esto es comprensible que Darwin y los suyos se hayan equivocado, porque con el lenguaje ha sucedido lo mismo. Darwin lo consideraba erróneamente, no lo miraba en sus aspectos simbólicos psíquicos y por ello tal vez, nunca obtuvo el saber de que en cada lenguaje hay un código de acceso que reúne y compara las letras, las palabras y las frases. Sin ese código de interpretación el lenguaje no se entiende. Lo mismo sucede con los reinos, hay que develar el lenguaje de la naturaleza para comprenderlo y Darwin como sus seguidores se encuentran muy lejos de haberlo encontrado.
Por otra parte, si Haeckel no
hubiese dibujado a su antojo la progresión embriológica para poder demostrar su
conocida frase de que la ontogenia se repite en la filogenia, no tendríamos hoy
derecho de dudar de la teoría embriológica darwinista. Pero el hecho es que
para justificar su teoría de la recapitulación publicó varios dibujos falsos
que trataban de mostrar que en el desarrollo embrionario, el hombre, pasaba por
las etapas de pez, reptil, pollo, cerdo, vaca y conejo.
“Haeckel
expuso erróneamente el principio evolutivo involucrado. Hoy en día se ha
establecido con certeza que durante la ontogenia no se repite la filogenia”2
Estas figuras
Haeckelianas fueron enseñadas a los alumnos de todas las escuelas hasta el año
1950. Durante el tiempo en que se enseñó, todo el ámbito académico sabía ya que
lo de Haeckel era una farsa, siendo que él mismo lo había admitido al verse
acorralado por sus colegas, y aun así, esto persistió para provecho de una
teoría.
“A falta de la prueba, Haeckel propuso la
fabricación de los datos. Él cambió de manera fraudulenta los dibujos
realizados por otros científicos de embriones humanos y perros, para aumentar
el parecido entre ellos y para ocultar las diferencias. Nos informó sobre este
particular de un fraude en un número reciente de la revista Creación. Compañeros alemanes de Haeckel (en particular, en 1874, Wilhelm His Sr,
profesor de anatomía en la Universidad de Leipzig) tenían conocimiento de este
fraude y extrajeron una confesión modesta de él, en el que culpó a la ponente
de opinión de torpe-sin reconocer que él mismo era el dibujante! La mayoría de
los evolucionistas informados en los últimos 70 años se han dado cuenta de que
la teoría de la recapitulación es falsa. Sin embargo, la idea de la
recapitulación se sigue avanzado como evidencia para la teoría de la evolución
en muchos libros y enciclopedias en particular y por divulgadores evolutivos
como el difunto Carl Sagan
“Cuando
los evolucionistas dicen que la teoría de la recapitulación es falsa, por lo
general no significa admitir que la comparación de los embriones no da
evidencia de un ancestro común. De hecho, todavía con frecuencia de relieve las
similitudes entre los supuestos embriones en sus etapas iniciales (llamadas
homología embrionaria) como evidencia de la evolución. Esta suposición se basa
en la idea de que tales similitudes son "conocimiento común". Esta
supuesta similitud de los embriones durante años ha estado descansando,
consciente o inconscientemente, en un conjunto de 24 dibujos de Haeckel que se
publicó por primera vez en 1866 en su Generalle Morphologie der Organismen, y
luego repitió en 1874 en su Anthropogenie más popular. Estos pretenden mostrar
los embriones de pez, salamandra, tortuga, pollo, cerdo, vaca, conejo y humano
en tres etapas de desarrollo.(…)
Michael Richardson, conferencista y
embriólogo en el Hospital Escuela de San Jorge Medical, Londres, ha puesto de
manifiesto este fraude, en un artículo en la revista Anatomía y
Embriología, revisado recientemente en
Science y New
Scientist.(Richardson) reunió un equipo
internacional para hacer precisamente eso, examinar y fotografiar "la
forma externa de los embriones de una amplia gama de especies de vertebrados,
en una etapa comparable a la representada por Haeckel. El equipo de recogida de
embriones de 39 criaturas diferentes, como los marsupiales de Australia, ranas
de árbol de Puerto Rico, serpientes de Francia, y un embrión de caimán de
Inglaterra descubrieron que los embriones de diferentes especies son muy
diferentes. De hecho, son tan diferentes que los dibujos de Haeckel (de aspecto
similar humanas, de conejo, salamandra,
pescado, pollo, etc embriones) no podía haber sido hecho a partir de muestras
reales.
Nigel Hawkes Richardson entrevistado por
The Times (Londres). En un artículo que
describe Haeckel como 'Un mentiroso embrionario ", cita Richardson:
"Este es uno de los peores casos de
fraude científico.(…)Lo que él [Haeckel] hizo fue tomar un embrión humano y
copiarlo, pretendiendo que la salamandra y el cerdo y todos los demás parecían
iguales en la misma etapa de desarrollo.(…) Él también eludió la escala para
exagerar las similitudes entre las especies, incluso cuando había 10 veces las
diferencias de tamaño. Además, hacía confusas las diferencias por desdeñar los
nombres de las especies en la mayoría de los casos, como si uno fuese
plenamente representativo de todo un grupo de animales.”3
A
continuación las fotos sacadas por Richardson que comparan lo propuesto
falsamente por Haeckel (arriba) y lo
real (abajo):
Y tenemos también declaraciones como las que
siguen que detallan la falta de precisión de la teoría darwinista en su línea
embriológica:
“Los hechos de la homología y de la
embriología han sido presentados como una confirmación directa del «hecho de la
evolución», y no lo son en absoluto. Si la embriología es nuestra mejor guía a
la genealogía, como pensaba Darwin, nuestro guía parece estarnos diciendo que
los vertebrados tienen múltiples orígenes y que no heredaron sus similitudes de
un antecesor común.”4
De hecho la
teoría parece ir por un lado mientras los hechos llevan otro camino muy
distinto, tal como sucede con los fósiles, demostrando en realidad, que las etapas embrionarias no
siguen para nada una línea evolutiva de repetición de la ontogenia, y tienen
además, un desarrollo independiente del desarrollo de las demás especies.
Además, se ha reconocido que las células embrionarias que originan los huesos
exhiben patrones de ramificación, división y producción de cartílago que
difieren entre cada especie.
Tal
perspectiva coloca a la teoría evolucionista en un gran aprieto dado que ella
postula la correlación entre especies, cosa que aquí no parece darse en
absoluto. Sumado a ésto, donde Darwin consideraba de vital importancia, la
formación embrionaria, (en sus comienzos), es donde menos similitudes con la
teoría se consiguen:
“Desafortunadamente para la teoría, sin
embargo, los hechos no se ajustan tan limpiamente a la preconcepción teórica.
Bien lejos de proveer la sencilla confirmación que sugiere Futuyma, los patrones embrionarios generan un
monumental rompecabezas para la teoría. Aunque es verdad que todos los
vertebrados pasan por una etapa embrionaria en la que se parecen entre sí, de
hecho llegan por vías muy diferentes a esta etapa. Después de su fertilización,
un huevo de vertebrado pasa por unas divisiones y movimientos celulares
característicos de su clase: los peces
siguen un patrón, los anfibios otro, las aves otro distinto, y los mamíferos
otro también distinto de las demás. Estas diferencias no se pueden explicar
como adaptaciones larvales, porque estas etapas tempranas tienen lugar antes de
la forma larval, y por ello no parece que queden expuestas a la selección
natural. Sólo se puede ajustar la teoría de Darwin con los hechos de la
embriología si se desechan las etapas tempranas de desarrollo, ¡pero son
precisamente las etapas tempranas de desarrollo las que Darwin declaró que eran
las más significativas!”5
Notas:
1. Charles Darwin. El Origen del Hombre. Cap.
Conformación corporal del Hombre
2. G. G. Simpson, W. Beck. An Introduction to Biology, Harcourt. Brace
and World, Nueva York, 1965
3. Haeckel's
Embryos: Fraud Rediscovered. Elizabeth Pennisi.
Science, New Series, Vol. 277, No. 5331 (Sep. 5, 1997)
4. Phillip
E. Johnson. Proceso a Darwin. Cap. V El Hecho de la Evolución
5. Idem anterior
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